Feroe, uno de los países más pequeños, remotos y desconocidos de Europa
[gm album=7]El mundo ignoto o poco conocido siempre ha sido una fascinación para los geógrafos y viajeros de Georama… Los lugares que se apartan, de alguna forma, de la globalización son entidades fascinantes donde aprender de la diferencia y de lo que significa ser minoría. Las desconocidas y apartadas islas Feroe son un clara muestra.
Las islas Feroe (Faroe islands) es un fascinante archipiélago volcánico perdido en el Atlántico Norte, al sur de Islandia (Reykiavik, 800 km) , al norte de Escocia (Aberdeen 550 km) y al oeste de Noruega (Bergen 650 km). Aunque pertenecen, como Groenlandia, a la corona danesa, las Feroe tienen un pleno autogobierno que se extralimita principalmente a la defensa y representación internacional, papel que ostenta Dinamarca. Las costas de la metrópoli se hallan a unos 1000 kilómetros. Las Feroe no pertenecen a la UE y tienen su propia moneda, la más desconocida y menos usada: la corona feroesa.
Las 18 islas que componen el archipiélago están todas habitadas, excepto Litla Dímun pero constituyen uno de los países más pequeños de Europa (1.399 km2 y escasamente unos 50.000 habitantes de los que unos 20.000 residen en la pintoresca capital Tórshavn).
En el norte se hallan casi agrupadas las principales islas Vágar, Streymoy y Eysturoy que están conectadas por modernos túneles bajo el Atlántico. En el centro se halla Sandoy y otras más pequeñas y, más al sur, Sudoroy que con los islotes de Flesjarnar marcan el límite meridional que ya mira a las Shetland y Escocia.
El escudo de las islas tiene un carnero pues esa sería la traducción de Foroyar o Feroe, tierra de corderos u ovejas que llevarían monjes irlandeses a las islas o los propios vikingos, estirpe de donde proceden los feroeses y que tienen además su propio idioma. En la actualidad son habituales y numerosas las ovejas de despeinado pelaje que se escampan por las verdes praderas de las islas.
La primera impresión cuando se llega a las islas es de exotismo y un cierto misterio que guiará el periplo y descubrimiento de estas apartadas tierras. Tierras castigadas por un clima severo de vientos, frío invierno y cambios radicales del tiempo. Esto junto al carácter agreste de islas, de espectaculares acantilados, va a ser una constante en la magia que transmite Feroe.
El conjunto insular constituye un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, las excursiones, el deporte, la soledad, meditación, contemplación y comunión con la naturaleza.
Además de la fisonomía agreste y cambiante de las islas, este archipiélago donde prácticamente no hay un árbol, es un lugar de gran riqueza ornitológica como así lo demuestra que tres de sus islas: Mykines, Nólsoy y Skúvoy sean áreas RAMSAR o de especial sensibilidad ecológica. En las islas se puede encontrar una gran variedad de aves y el pintoresco frailecillo o puffin (Fratercula Artica) así como los pájaros bobos por citar algunos ejemplos.
Aunque las islas (en general pequeñas) tienen cotas altimétricas que pueden acercarse a los 1.000 metros son ideales para la práctica del senderismo apto para la mayoría pues las dificultades en desniveles no son muy exageradas, sin embargo las vistas panorámicas y las sensaciones pueden ser inolvidables. Realmente aquí se asegura una cura de salud física y del estrés.
La ubicación física pero también la espectacularidad del clima, el océano y los paisajes ayudan a que se perciba una agradable sensación de soledad que invadirá nuestro espíritu e incluso le transmitirá un bienestar difícilmente explicable. Los paisajes resultan sobrecogedores pero a la vez sencillos y a eso ayuda el hecho de que hallan pocas construcciones que alteren el paisaje y si las hay (casitas de colores, faros, sencillos templos…) están bien integradas en este. Incluso las coloridas casas de madera con sus tejados ecológicos de hierba natural que protege del frío, la humedad de los bancos de niebla y el viento constituyen una imagen característica con el verde dominante de la temporada estival.
Las islas como se dijo son ideales para la práctica del excursionismo o hiking, paseos en barco para contemplar sus caprichosas costas así como el coche y la bicicleta para disfrutar de sus extraños y exóticos paisajes. Este último transporte nos permitirá sentir las islas: su clima, sus detalles y sus hermosos y bucólicos paisajes. Para los amantes de los deportes de riesgo como la escalada, el kayaking o el surf, las Feroe también tienen un exponente diferencial como pasa para los amantes de la pesca. Capítulo especial es la observación de aves, los amantes de esta experiencia tienen en las Feroe su meta.
La cultura y la sencilla gastronomía también son uno de los atractivos de este perdido y desconocido archipiélago.
El feroés tiene un carácter nacional muy arraigado y marcado como se demuestra en su lengua, cultura y manifestaciones folclóricas. Eso y aunque en su dilatada historia halla pertenecido temporalmente a otros países como Noruega, R.U. o en la actualidad Dinamarca.. Buena parte de la fuerza de este aguerrido pueblo se resume en la danza popular donde se entrelanzan, entre cánticos, personas y voluntades que tienen en común ser una comunidad unida e independiente. Los feroeses son un pueblo pescador y ganadero abierto al océano pero amante de sus tradiciones y de ahí las numerosas manifestaciones folclóricas y nacionales como las fiestas de julio. Aún así es un pueblo con la voluntad de adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas normas como fue la reciente aprobación por el parlamento de las islas de la unión de parejas del mismo sexo. Las Feroes tienen incluso su “parada” o Faroe Pride Gay, el 27 de julio.
El feroés y las feroesas son personas arraigadas a la tierra y aunque la juventud se ve obligada a estudiar en universidades danesas siempre el cántico de la sirena, su “Seal Woman” hace que tarde o temprano vuelvan a estas mágicas tierras. El amor a la tierra, esa tierra tan agreste pero tan atractiva, es tan grande que todas las islas tienen población permanente excepto la más pequeña y accidentada: la ya mencionada Litla Dímun, inexpugnable con sus 400 metros de paredes basálticas que se precipitan de manera dramática al fondo del Atlántico.
10 experiencias que nos emborracharán el espíritu, nos estremecerán los sentidos en la mitad norte de las Feroe.
Disfrutar de los encantos y sorpresas de la capital más pequeña de Europa.
Torsavn es, con sus escasos 20.000 hab., una de las capitales más diminutas del Mundo. Su peculiar fisonomía con su fachada portuaria de vivos colores y su breve casco antiguo, el más viejo de Escandinavia, en la península de Tinganes. Aquí los colonos vikingos celebraban sus asambleas o ting. Julio es un mes donde las manifestaciones culturales, artísticas y musicales renacen especialmente en la fiesta nacional del 29 de julio: Ólavsoka. Feroe dispone de un moderno estadio donde su país disputa competiciones de la Eurocopa. La marcha nocturna, aunque parezca increíble, tiene un toque diferencial con animados y alternativos locales como Sirkus. Hoteles donde disfrutar del confort y sus magníficas terrazas son por ejemplo el Föroyar o el Hafnia.
Recordar las viejas historias vikingas en rincones mágicos como Funningur.
Hacia el año 800 el primer vikingo procedente de la Península Escandinava pisó tierras de las Feroe. Funningur ha cambiado obviamente el aspecto pero no la ambientación donde destaca su característica iglesia y el envidiable entorno natural.
El romántico puerto natural de Gjógv
Dramático y evocador es este enclave, al norte de la isla de Eysturoy. Así me lo recordó el sonido de una trompeta en el hondo puerto natural de esta pictórica localidad. Gjógv tiene una cuidada arquitectura popular entorno a su iglesia católica. Los paisajes que la circundan nos hablan de la otra Europa desconocida, una Europa por descubrir. La localidad tiene un acogedor refugio y restaurante: GjaargarOur.
Una caminata al faro del fin del Mundo
No es de extrañar que esta imagen resuma el carácter indómito del archipiélago: sobre una de las crestas de la isla de Kalsoy se yergue el sencillo faro de Kallur. Solitario y altivo ha contemplado desde apacibles y verdes días de sol, a oscuros y tempestuosos días, donde la madre naturaleza impera y castiga. Aquí uno podría pensar que se halla en los confines del Mundo.
Paisajes agrestes y bucólicos en Tjornuvik
Una de las aldeas apartadas y de hondo sabor al norte de la isla Streymoy. Desde su típico caserío y amplia playa se observan los acantilados y los farallones o roques del norte de otra isla separada por un canal: la de Eysturoy. Los pescadores son batidos por las olas en un paisaje que es simplemente estremecedor.
Observar aves exóticas en Mykines
Mykines es una diminuta y accidentada isla con costas recortadas y acantiladas, la más occidental y próxima a la lejana América. Aquí se pueden observar los característicos frailecillos y pájaros bobos que anidan y sobrevuelan los más inaccesibles lugares.
La cascada de Gasadalur
Para los mediterráneos una cascada que se precipite al mar con la espectacularidad con que lo hace en Gásaladur (noroeste de Vágar) es un hecho que impresiona al ser menos sensible. Desde un barco se puede observar este espectáculo de un archipiélago donde el agua que se manifiesta en sus fiordos y canales, en sus cascadas, torrentes, lagos pero también en su sorprendente clima… es protagonista.
El riguroso y blanco invierno de Funningur
La parte más elevada del archipiélago se halla al norte de la isla de Eysturoy donde la altitud en un diminuto territorio se acerca a los 1000 metros confiriendo una espectacularidad sinigual.. Una carretera que enlaza Eioi y Funningur nos transportará a un paisaje alpino, nevado buena parte del año. Las panorámicas hacia la vecina isla de Kalsoy, con sus verticales paredes y el típico pueblo de Funningur, no nos dejarán impasibles.
Disfrutar de la arquitectura popular en Vidareidi y/o Kirkjubour.
Uno de los lugares más norteños y típicos de Feroes es Vidareidi su iglesia y cuidado casco urbano se confronta a los acantilados de la vecina isla de Bordoy componiendo una mágica y sensible sinfonía de colores y formas. Kirkjubour, al sur de la isla de Streymoy, es también un acogedor y antiguo poblado con su enigmática y curiosa catedral de St. Magnus del siglo XIII.
Darle un lujo al paladar en el restaurante Barbara.
La cocina feroesa es sencilla y se limita a los escasos recursos existentes. Tiene en el pescado: bacalao, arenque, salmón, bogavante, fletán, trucha, camarón… su mejor exponente sin olvidar los cetáceos (carne de calderón). La ganadería centrada en el cordero también proporciona curiosas recetas carne secada al sol, de sopa y embutido (salchicha)… La carne de caza de liebre y aves así como sus huevos también son un exclusivo manjar…todo ello regado con las cervezas artesanales locales como la de Klaksvík, segunda ciudad… Se ha de experimentar en uno de los restaurantes más señeros de las islas: Barbara Fish Hous. ubicado en un pintoresco y típico rincón de Tórshavn. Eso sí hay que contar que estamos en un país de estándares escandinavos y los precios nos parecerán elevados aunque compense por un servicio y calidad de cocina excelentes.
Marruecos
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Marruecos nuestro vecino del sur, ese mágico y diverso polifacético país, con el cual tanto compartimos, evoluciona a nivel turístico a marchas forzadas. Afortunadamente y salvo algún caso, tipo Marrakech, los destinos conservan una autenticidad y carácter genuino difícilmente de encontrar en otras partes del mundo y sin embargo ahí a las puertas de la Península y las Canarias.
Pero además hay que sumar la seguridad y la proximidad cultural entre las dos riberas del Mediterráneo. Marruecos es, sin duda alguna, uno de los países más seguros del mundo árabe y musulmán. El turismo se considera pieza económica clave para el desarrollo del país y por eso se mima al turista que se sentirá como en casa. Una hospitalidad que se refleja en la atención del marroquí, en la vida cotidiana y que tiene como símbolo el ofrecimiento del característico y simbólico té a la menta.
Anaya Touring Club, y como autores Francisco Sánchez en colaboración con Edgar de Puy y Younes Mahjoure presenta la guía Viva de Marruecos que presenta de manera actualizada e ilustrada los principales atractivos del reino Alauita. Atractivos que se analizan por orden alfabético de las localidades con una descripción de las principales rutas a realizar por este extenso y variado país. Como es norma en la colección la guía tiene un apartado denominado: Lo básico donde se dibuja como viajar al y por el país de manera práctica: como, cuando ir, sanidad, horarios, conducir, alojamiento, restaurantes, compras…
Al final de la guía se desarrolla el capítulo contexto que nos da una visión amplia y clara de cómo es Marruecos: historia, política, economía, sociedad, música…
Un esfuerzo importante ha sido la selección de servicios que en Marruecos ha sido un fenómeno de crecimiento continuo en los últimos años como lo ha sido el desarrollo de sus infraestructuras terrestres: sobretodo la construcción de autopistas y mejora de carreteras. Cada localidad tiene una selección de sus recursos turísticos y sus alrededores así como una amplia selección de alojamientos, restaurantes, lugares de compra, lugares de ocio nocturno…
Las principales localidades tienen un plano “vivo” es decir uno que presenta la ciudad de día y otro el ambiente y vida cuando el imperante sol predesértico cae. Igualmente la guía dispone en sus más de 400 páginas y fotografías de un esquemático mapa de carreteras y comunicaciones del país.
Mucho a cambiado Marruecos desde que Anaya realizase la guía de Marruecos para Politours hace casi 25 años. Tanto en servicios, infraestructuras como en puesta en escena y valor de nuevos destinos y recursos de este sorprendente país de países y paisajes. Nuevos títulos y nuevas colecciones apuestan desde la editorial Anaya por este destino y pueblo hermano, no sólo por la cercanía de geográfica si no por las relaciones históricas y socioeconómicas. La comunidad de emigrantes marroquí es la mayor en España país que tuvo presencia colonial en el Protectorado Norte, Ifni, Cabo Juby y el Sahara. Por otro lado grandes imperios forjados en territorio marroquí llegaron a colonizar buena parte de la península… Es por ello que la huella recíproca artística y de influencias está presente incluso presente en el idioma, árabe: Por ejemplo curiosamente referiéndose a dioses distintos utilizamos el término Ojalá o Oh Alá! (iaw sha´a Allah) indica una expresión común que une a los creyentes y no creyentes “Si Dios quiere”
La guía tiene en consideración la inclusión del Ceuta y Melilla puertas de entrada a Marruecos por vía marítimo-terrestre así como los territorios donde ha habido presencia española.
Marruecos sorprenderá positivamente al viajero y he aquí algunas propuestas concretas:
10 VISITAS Y ACTIVIDADES PARA ENTENDER Y DISFRUTAR DE MARRUECOS
Sumergirse en la autenticidad de Larache
La localidad atlántica de Larache es una de las ciudades costeras que colonizaron durante un breve período de tiempo los españoles pero que fue habitada por andalusíes años anteriores de aquí que la impronta cultural nos sea próxima. Desconocida por la mayor parte del turismo, Larache mantiene su esencia y autenticidad mezcolanza original del sabor árabe y andaluz original. Su Zoco Chico o alcaicería, su recoleta medina, su vieja plaza España, su mercado y, como no, su activo puerto sumergen al visitante en el Marruecos no conquistado por el turismo. Y cercana Lixus que nos habla del pasado romano de esta estratégica plaza junto al río Lucus.
Conocer vestigios y curiosidades de una historia común hispanomarroquí.
Alhucemas, la antigua Villa Sanjurjo es una de las ciudades que más crece en Marruecos. Esta “flor de espliego” en medio del Mediterráneo más virgen conserva playas de indudable belleza. También una curiosidad geopolítica: las diminutas islas Alhucemas que pertenecen a España desde 1560 cuando el sultán Mulay Abdalá las cede a Felipe II para que le diese protección ante las incursiones del potente otomano. Desde aquí también se vigilarían la salida de piratas berberiscos que cometían razias en las costas mediterráneas de la Península Ibérica y Baleares. Hoy el peñón principal parece un barco medieval anclado en el tiempo frente a la bella playa de Asfihat.
Vivir el malecón o Corniche de Casablanca
Casablanca es una de las ciudades más dinámicas y grandes de África pero también la más populosa y cosmopolita de Marruecos. Uno de sus puntos más señeros es la Corniche o el inacabable paseo litoral que tiene como puntos emblemáticos la espectacular mezquita Hasán II (la única abierta a los no musulmanes), el faro y la zona balnearia y de bares y restaurantes. La Corniche tiene especial encanto al atardecer con sus puestas de sol y sus bancos de niebla que dan un misterio sinigual a parejas que contemplan las siluetas indefinidas de minaretes, edificios y paseantes. La noche con sus restaurantes, terrazas, clubs y discotecas, es la más animada y cosmopolita de un país tranquilo y hospitalario.
Contemplación y disfrute de los sentidos en Rabat
Una de las imágenes más evocadoras de Marruecos la podemos hallar en Rabat, la capital política del reino alauita. Desde la casba de los Udaya, levantada ante al furioso Atlántico se contempla una evocadora estampa compuesta por la desembocadura del río Bou Regreb y la desconocida medina de la ciudad hermana de Salé. La playa existente bajo las murallas de la casba es un pintoresco lugar de encuentro de rabatíes. Muy vistoso y animado especialmente las tardes de los fines de semana y verano.
De picnic en Oum-er-Rbia
Marruecos es tradición pero también espectaculares paisajes que dejarán impávido al visitante como la impresionante cascada de Ouzoud. Pero un lugar más desconocido son las fuentes de río Um-er-Rabia en el Atlas, espina dorsal montañosa que atraviesa Marruecos de norte a sur o viceversa. En un paisaje remoto y árido brotan y transcurren de manera desafiante e impetuosa las aguas turquesas de este importante río. En su nacimiento se han montado improvisadas chozas donde los lugareños disfrutan del frescor de las bravas aguas del río tomando deliciosos y sencillos tayines y panes que se cocinan en la mismísima ribera.
Tópico pero ineludible disfrute del teatro de la vida en la “plaza de los muertos”
Marrakech es una de las ciudades imperiales de Marruecos y uno de los polos turísticos más conocidos del reino alauita. Su punto gravitatorio,,aunque ya demasiado explotado por el turismo, es la plaza Jemaa Fna que pudiera traducirse como la plaza de los muertos. Pero donde realmente se interpreta la danza melodramática de la vida. La plaza muta de ambiente conforme avanza el día y se llega la noche con uno de los últimos cánticos del muecín. Cada personaje (danzarín gnaua, encantador de serpientes, cuentacuentos, vendedor, “aguador”, …) interpreta su papel para el visitante y el decorado cambia como así los sonidos, los colores y los sabores. Desde los balcones circundantes todo se contempla desde el palco y la sinfonía de escenas se hace si cabe más rica sobretodo a la noche cuando la plaza se envuelve en un humo no tan celestial si no real y humano de los diferentes puestos de comida. Los cánticos, flautas y tambores completan el resto de la escena.
Inspiración de artistas y práctica del surf
Esauira es con toda seguridad la localidad costera más bella y evocadora del norte de África. Encorsetada por murallas el excepcional urbanismo delineado de su medina transpira una vida que evoca al pasado: sobretodo en su Skala portuguesa y sus diferentes mercados. Sus plazas son ideales para disfrutar del sosiego y la contemplación y su puerto también defendido por unas murallas o Skala, es uno de los más típicos y espectaculares de Marruecos. En sus playas dulcificadas por los alisios y cerca de la cuales los romanos producían el color púrpura de los césares, son ideales para la práctica del surf y como no para, en poco tiempo, broncear nuestro cuerpo con un tono moreno presahariano.
Dormir en el desierto, dormir en Merzuga.
Una de las experiencias que cautiva al alma de cualquier humano es amanecer en la inmensidad del desierto y subir a la cúspide de una duna para ver como levanta el astro rey. Marruecos abre su territorio al Gran Sur y el desierto del Sahara y en Merzuga es fácil acercarse a la mágica y difícil realidad de este país nómada. A los campamentos organizados para los turistas se llega a los lomos del dromedario que dibuja al atardecer sus estilizadas siluetas en las dunas del infinito y rojizo desierto. A la noche el calor seco se torna frío, el cielo azul se transforma en un estrellado cielo negro, los cánticos y sonidos adormecedores del tan tan de los tuaregs nos transportan a un sueño inolvidable que se alargará después que aparezca esa estrella milagrosa de Altaïr que guía las almas perdidas de este singular mundo.
Darse el lujo de dormir en un exclusivo riad.
Sobretodo las ciudades imperiales tienen grandes casonas solariegas con sus bellos patios escondidas en la medina. Si la medina puede resulta estrecha, bulliciosa e incluso inhóspita a la noche, estos riads son un oasis de paz y belleza donde disfrutar de la vida y el hedonismo. Patios ajardinados, mágicas terrazas, elegantes y exóticas estancias y comedores así baños árabes o hamanes harán al visitante, al menos por un día, sentirse un sultán. Es justamente La Sultana de Marrakech uno de los riads más exclusivos donde uno duerme realmente en un palacio de lujo, buen gusto y exquisito servicio. Aunque existen más modestos y no por ello desmerecedores riads en ciudades como Fez o Marrakech.
Perderse e ir de compras por los artesanales zocos de Fez.
Fez es la ciudad más monumental y comercial de Marruecos. La elegancia, el porte y el carácter comercial del fesí es inigualable y de hecho han sido capital política y espiritual de Marruecos durante mucho tiempo. Mezcla de andalusíes y kairuaníes Fez despliega colorido y riqueza en su zocos que se desparraman en una interminable medina. Una medina llena de palacios y riads, mezquitas, madrazas o escuelas coránicas, caravasares y morabitos … Popular, aunque muy turístico es el zoco de los curtidores, donde como en tiempos remotos se tiñen de colores las curtidas pieles. La imagen desde las terrazas resulta exótica sobretodo cuando hay actividad en las tinas multicolores e individuos fuertes anónimos bañan sus cuerpos para con su fuerza hacer artesanía en multicolores pequeños pozos.
FITUR 2016
Del día 20 al 24 de enero se celebró en el recinto de IFEMA en Madrid la Feria Internacional de Turismo (International Tourism Trade Fair) en su 34 edición.
El socio y protagonista de este año fue Andalucía que ocupó buena parte de uno de los 8 salones donde cada vez tiene menos presencia la representación mundial manteniéndose la representación de las entidades y organismos oficiales españoles: CCAA, diputaciones, ayuntamientos, … así como empresas (Iberia, RENFE, cadenas hoteleras como Barceló) que ocupan más de la mitad de los pabellones.
En los diferentes certámenes se ha demostrado que cada vez más FITUR tiene menos sentido de negocio y promoción convertiéndose más en lugar de encuentro y de promoción de escala e impacto más reducido. Es por eso que destinos importantes tanto europeos, asiáticos o los mismos EEUU… hallan dejado de asistir y tener representación volcándose más en otras ferias más de negocio como la de Berlín o la IBTM de Barcelona.
Aún así la representación de países es importante siendo notoria la presencia de Iberoamérica que ocupó un salón destacando destinos como Centroamérica y en especial Panamá, Caribe destacando la República Dominicana o Sudamérica y destinos como Colombia o México.
También hacer notar la presencia de países del Magreb hasta los más remotos y desconocidos como Mauritania que tuvo una presencia novedosa o destacada. Igualmente los países de África negra fueron novedad en la feria con destinos tan desconocidos para el público hispano como Mozambique o Gambia. Presencia destacada dentro Oriente Próximo sigue siendo la de la vieja Persia o Irán que se presenta como un prometedor destino. Algunos destinos donde las noticias no son las más alentadoras como Costa de Marfil, Tunicia, Palestina o Israel también tuvieron su representación en FITUR.
En el pabellón de Europa y Asia-Pacífico destacar la presencia de Turquía así como una nutrida representación de estados menores de Europa como el Principado de Andorra, Bulgaria o Croacia.
Remotos estados y territorios también tuvieron representación pública y privada por ejemplo Armenia, Groenlandia o Bhután.
Destacar el novedoso “corner” de la feria dedicado al público gay y gay friendly, un consumidor de turismo con poder adquisitivo que interesa a las más conservadoras firmas de viajes tipo el Corte Inglés e Iberia que tenían stand en dicha sección del pabellón. Y es que el dinero lo puede todo por encima de razas, religiones, sexos y orientaciones sexuales…
Nota importante es que el turismo ya no son sólo destinos si no también tipos y sectores de consumidores y tipos de turismo…
En definitiva FITUR se ha de reinventar y dejar simplemente de ser un lugar de encuentro y un escaparate de promoción más local. Aún así la actual edición cerró con un récord de visitantes: unos 225.000.
Guíarama de Carcasona y la ruta de los Cátaros
Para la 34 edición de FITUR salió al mercado la guía de la colección Guiarama de Anaya Touring: “Carcasona y la Ruta de los Cátaros” cuyos autores en la parte de texto y fotografía fueron Edgar de Puy y Paco Sánchez de Georama.
La guía esencialmente histórica y cultural se centra en el ámbito geográfico de la parte sudoriental de Francia y concretamente en los actuales departamentos occitanos de Aude y Pyrénées Orientales. Son protagonistas no sólo Carcasona y el Canal de Midi o los castillos y abadías cátaras si no también Perpignan, Narbona y la costa mediterránea con pueblos tan señeros como Colliure y las tierras de la Catalunya Nord.
El pretexto temático o hilo conductor de todas formas es el catarismo y los restos que supuestamente quedan en pie en forma de castillos (Quéribus, Peyrepertuse, Termes, Montségur…), abadías (Fontfroide, Lagrase,..) pero también de espacios naturales, localidades o museos (Gargantas de Galamus, Fanjeaux, Mazamet).
El catarismo un apasionado tema que puede hacer volar e imaginar la mente más sensata. “Un movimiento religioso que se extendió por la Europa Occidental a mediados del siglo X, y logró arraigar hacia el siglo XII entre los habitantes del Mediodía francés, especialmente en el Languedoc, donde contaba con la protección de varios señores feudales. Los cátaros, bon hommes o albigenses creían en la dualidad de los mundos (espiritual o Dios y material o Satanás), en la reencarnación y negaban los sacramentos, por lo que fueron considerados herejes por la iglesia Católica. Dos cruzadas, crueles sitios y la Santa Inquisición consiguieron acabar con esta doctrina a lo largo del siglo XIII.”
Mitad historia mitad leyenda el catarismo para su época era una moderna concepción religiosa de la vida que daba cabida a las mujeres pero que también criticaba al poder establecido sea eclesiástico con su corrupción y/o centralismo (Roma) o meramente político (París). Algunas de sus particularidades podrían ser aplicadas a la realidad actual.
Albania – hospitalidad y generosidad sin tópicos
Albania (Shqipërisë) El término Albania al parecer viene de alba o blanco, la nieve de sus altas e inexpugnables montañas que se zambullen en el Mediterráneo sin dar tregua a la naturaleza. También conocido como el país de las águilas (Shqiperi) este pequeño estado de los Balcanes es uno de los más curiosos e interesantes y a la vez desconocidos de la otra Europa.
Albania rinde su culto histórico al patriota Skandenberg que defendió el territorio ante la amenaza del dominio turco. Un dominio que a pesar de las voluntades del épico guerrero se dio y de hecho hoy la fe musulmana se procesa junto a la ortodoxa griega en este recóndito rincón del Mediterráneo.
Tuvo una influencia de la vecina Italia e incluso un rey bien visto por el régimen fascista italiano. Hoy algunos edificios de Tirana recuerdan este breve y oscuro pasado. Después vino una férrea dictadura comunista donde Enver Hoxha quiso crear un “hombre nuevo” para ello rodeó y pertrechó el país de búnkers siempre obsesionado por una invasión extranjera. No sabría decir si lo consiguió pero los albaneses son gentes especiales, aún no “maleados” por el turismo de masas son personas abiertas, amables, sencillas y hospitalarias. Y el término hospitalario sin tópicos quizá la abierta religión musulmana (una buena parte de los albaneses abrazan el bektasismo) que procesan donde rige una ley ancestral el Kanun que contempla, entre otras cosas, el trato hospitalario a los huéspedes.
Albania es uno de los países más pobres de Europa: pobre en materia y datos económicos favorables pero rico en valores que quizá la otra Europa, la Europa desarrollada y avanzada pierde a pasos agigantados. Su algo aislada situación en los Balcanes, rodeado por Montenegro, Kosovo (Serbia), Macedonia, Grecia y más allá del Adriático de Italia por ahora ha ayudado poco.
De Albania sorprende la tradición y la modernidad mal entendida: por una parte es un pueblo que conserva las costumbres arraigadas a un mundo agrario muy presente y por otra parte la riqueza proveniente de los emigrantes extranjeros se traduce en un urbanismo algo surrealista y realmente poco estético.
De este país de superficie similar a Cataluña y Galicia (28.750 Km2) pero con sólo 3 millones de habitantes sorprende por sus inmensos y evocadores paisajes, una evidente lección geográfica en muchos casos de lo que son conceptos como delta, depresión, valle glaciar, río… Albania está cruzada por cadenas montañosas pertenecientes, en buena parte a los Alpes Dináricos, de considerables altitudes y a poca distancia de la costa. Una costa bastante llana y pantanosa en la mitad norte y abrupta en la mitad sur donde viven diversas minorías nacionales, destacando la griega. De Albania destacan también los lagos que comparte con sus vecinos: el Scutari o Shkodra, al norte y Ohrid y Prespa al este.
Los interesados por la cultura y el arte no han de dejar ver núcleos monumentales como Krujë, Gjrokatër, Berat o la agradable e histórica Durrës que entre sus epopeyas vio partir barcos llenos hasta la bandera en busca de una mejor vida en la vecina Italia. Ruinas ilíricas, romanas y bizantinas también se pueden contemplar en la mitad sur del país destacando las de Butrint y Apollonia. Y para palpar la vida en ciudades, aquí pequeñas, qué mejor que conocer Tirana, la capital, en el centro del país, Shkodrë, al norte, Sarandë al sur o Korçë, al este (en el interior).
La comida en Albania es muy natural y mediterránea, todavía no han entrado de lleno los pesticidas, herbicidas,.. por lo que frutas y verduras tienen un sabor primigenio. Fácil será probar el cordero cocinado de mil formas, el exquisito queso de cabra o las variadas aceitunas. No hay que olvidar los vinos tintos por ejemplo de Berat o el famoso raki de uva, manzana o ciruela que siempre irá acompañado con un brindis o “gezuar” expresión que indica buen deseo.
Como pasa en muchos pueblos con carácter siempre está bien aprender alguna palabra en el difícil albanés para entrar con facilidad en el mundo de este peculiar y auténtico pueblo.
Miradita (“mirdita” o buenos días), mirupáfshim (“mirupashim” o adiós), faleminderit(“falemendere” o gracias) puede ser un buen comienzo.
Alguna sugerencia
Enlaces:
Hotel en Tirana
www.rogner.com
www.bujtininaegjelit.com
www.vilaearte.com
Restaurante Oda (Tirana) +355 2249 541, www.rozafa.al
Hotel en Gjirokatër www.kalemi.com
Touroperador: www.albtoursd.com
Guía Anaya sobre Andorra
El 2015 se inicia con la presentación de novedades dentro de la exitosa colección de Anaya: Guiarama que ya ha dado a conocer los principales lugares turísticos del Planeta. Una práctica guía de viaje de bolsillo orientada tanto para el viajero independiente como para el turista. Con un excelente material gráfico y unas informaciones de autor siempre basadas en el trabajo de campo. Así la selección de recursos y servicios, una de sus claves, son escrupulosamente seleccionados.
Andorra el pequeño país de los Pirineos es una excepción a nivel de estado única en el mundo. Pues un territorio pequeño ha conseguido mantener su identidad durante siglos ubicado entre dos estados importantes del mundo. Andorra hoy es un paraíso para el turismo tanto invernal como no. Ofrece un importante dominio esquiable donde practicar todos los deportes de invierno en el corazón del Pirineo. Sus recursos no sólo son paisajísticos con tres bellísimos parques naturales, bucólicos valles y lagos glaciares si no también culturales como demuestran sus coquetas iglesias románicas, puentes e infinidad de museos temáticos. Las compras también son un atractivo importante del Principado ya que en poco espacio: en una de las conurbaciones urbanas más grandes del Pirineo, se ubican todo tipo de tiendas que ofrecen interesantes precios y como uno una variedad difícilmente comparable en un área de montaña. El termalismo se dan cita en este pequeño rincón de montaña como así lo demuestra Caldea. Y si quiere disfrutar del deporte y el ocio en general que mejor que pasar por Naturlandia un excelente parque temático de montaña. La gastronomía también está presente en la oferta turística andorrana con sus tradicionales bordas adaptadas en lugares de culto gastronómico que no le defraudarán.
En definitiva Andorra, país de tradiciones, ofrece un abanico de posibilidades turísticas, que pocos estados de su tamaño y ubicación pueden ofrecer.
La guía Guiarama de Anaya escrita por nuestros autores Edgar de Puy y Francisco Sánchez es un excelente compendio, bien ilustrado, sobre el país de los Pirineos.